Masculino y femenino, las analogías como herramientas de aprendizaje.


por Luisana Paiva-Briceño 

Hola, bienvenidos a mi blog, gracias por estar aqui. Para muchos de nosotros ya el año escolar va en franco desarrollo, las clases se han ido desarrollando según la planificación y poco a poco hemos ido entrando más y más en tema. 


Hoy te quiero hablar de una técnica que siempre me da muy buenos resultados a la hora de enseñarle a mis alumnos el género femenino y masculino en los sustantivos.  Aprovechando el universo rico en imaginación de los niños y adolescentes y su flexibilidad para crear conexiones entre lo familiarmente conocido y lo nuevo, me valgo de múltiples analogías. 


Si les estás enseñando español a alumnos de una lengua donde el femenino y masculino no se expresan en los sustantivos de la misma manera que en español, quizás les resulte un poco complejo entender efectivamente la razón por la cual puerta es un sustantivo femenino y vaso es masculino



Es bastante común escuchar en mi clase que una alumna me diga: mi vasa es muy grande, y yo le pregunto: ¿que es vasa? y ella responde, is my glass! ¡Claro ha entendido que las chicas usan objetos femeninos y  los chicos masculinos! Ellos creen que concordar el género como se hace con los adjetivos es lo indicado! ¡Qué confusión!  ¡Seguro que te has encontrado en esta situación!  


Hay entonces que empezar siempre desde lo más básico. Comienzo por explicarles que en este caso el masculino y el femenino son algo completamente aparte de la persona que habla, por lo tanto no se ve afectado si el hablante es hombre o mujer, y el objeto como tal tiene “género propio”. 


Aquí arranco con una analogía que siempre es muy bien recibida; les digo: a ver, levanten la mano los que alguna vez han visto la película la Bella y La Bestia de Disney, y por lo general la gran mayoría, admiten haberla visto alguna vez; luego les digo, ¿se han preguntado alguna vez por qué el reloj es hombre y la tetera es una mujer? Y por lo general nadie responde. 


Si yo fuera una hechicera y tuviera el poder de humanizar los objetos como en la película, esta silla que está aquí se transformaría en una silla-mujer, y la mesa lo mismo, sin embargo el televisor seria un televisor-varón, porque los objetos en español también tienen género masculino o femenino. 


De esta manera, los alumnos logran hacer la conexión entre el femenino/masculino y el objeto en cuestión independientemente de la persona que hable.


 Es muy interesante verlo desde el punto de vista de una persona cuyo idioma nativo no tiene estas distinciones; quizás un alumno francés o portugués no necesite mayor explicación en el femenino/masculino porque es algo que también ocurre en su idioma, pero un alumno de habla inglesa por ejemplo, en donde no existe género para los objetos, en donde silla es silla y mesa es mesa, se hace a veces un poco difícil de entender y se tiende a confundir el masculino/femenino con el género del hablante. 


Siempre les recalco que con mis poderes de hechicera al transformar mi silla en humana, la silla seguiría siendo mía y mi televisor-varón también sería mío independientemente de su propio género. 


Indiscutiblemente esta es una lección que yo enseño a partir de los grados más adelantados (6to, 7mo, 10mo, etc), puesto que para un niño de la escuela primaria es todavía aún más complejo; sin embargo, aun en los primeros años recomiendo empezar a introducir de manera sutil el uso del femenino/masculino utilizando los artículos correspondientes (el, la, los, las) así cuando hablamos por primera vez de silla se las presento como LA silla, LAS puertas, EL libro, LOS zapatos, de esta manera es mucho más fácil el aprendizaje de los géneros en los años siguientes, y se hace de manera un poco más orgánica. 


Si te ocurriera algún caso de un alumno un poco más curioso que nota enseguida que en español se diferencia EL o LA, puedes hacer una breve explicación acerca del femenino/masculino un poco más genérico y quizás sin tanto tecnicismo, pero siempre intentando aclararle la duda al pequeño observador que notó la diferencia. 



En esta entrega quiero dejar en claro que estoy haciendo referencia a los sustantivos masculinos y femeninos más básicos; aquellos que terminan por lo general con una o/a al final para cada uno, aunque aquí siempre hago la salvedad que no todos los que terminan en o son masculinos ni en a femeninos como por ejemplo el turista, siendo masculino termina en a, para formar el femenino se cambia el articulo y se conserva la a para el sustantivo, la turista. 


Sin dudas este es un tema complejo y no por eso deja de ser muy interesante, es una lección que se pudiera llevar dos o tres clases para trabajarla a profundidad con los grados avanzados, así que en una próxima entrega podremos ahondar en las excepciones de la regla y otras estrategias para trabajar dichas excepciones. 


Espero que el tema de hoy nos sirva a todos para mejorar cada día y que nos motive a dejar huella dentro y fuera del salón de clase. No olviden seguirme por instagram, me encuentran como @laprofedespanol, déjenme sus comentarios y compartan este blog para que crezcamos mucho y nos ayudemos unos a otros.

Soy laprofedespanol. 






Comentarios

Entradas populares